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sábado, junio 30, 2012

¿Una elección comprada?*


Tomado de La Jornada, Helguera.




Jesusa Cervantes



MÉXICO, D.F. (apro).- La elección de este domingo 1 de julio lleva la marca de un PRI “obscenamente corrupto y corruptor”. Desde las cañerías, ríos de dinero ilegal entre posibles votantes brotaron desde antes de que iniciara formalmente la campaña y, a escasas horas de los comicios, apenas la oposición empieza a documentar y denunciarlo. 

Quienes acompañamos al aspirante presidencial priista Enrique Peña Nieto en sus giras proselitistas por el país pudimos constatar que todo fue un montaje apuntalado con millones de pesos.

Cierto es que para los priistas de hueso colorado, para el voto duro, la figura de Peña Nieto siempre fue atractiva, tanto que las mujeres enloquecían con únicamente verlo y gustaban de apapacharlo, besarlo y tomarse fotos con él, pero el resto, los acarreados, la gente que iba por su torta y cientos de enseres y botellas de agua que caían como lluvia ácida en sus manos, no lo adoraron ni vieron en él a “su presidente”. 

No obstante, el PRI siempre logró plazas llenas –aunque muchas de ellas empezaban a vaciarse antes de que hablara el galán de telenovela–, sin embargo, el nerviosismo de su equipo de campaña empezó a hacerse evidente después del aciago 11 de mayo, del viernes negro de Peña Nieto en la Ibero, donde fue repudiado y prácticamente expulsado por estudiantes informados. 

Del poder corruptor de Peña Nieto y su equipo, la revista Proceso y su reportero Jenaro Villamil dieron cuenta desde el 2005, cuando siendo gobernador en el Estado de México armó junto con Televisa un plan millonario para llegar primero a la candidatura y luego a la Presidencia de la República. 

En campaña, ningún medio de información pudo comprobar con documentos en mano del rebase de topes, de la compra de votos o de su coacción, y es que los priistas, con una experiencia de 70 años en el poder, siempre supieron cómo hacer el fraude y cómo desviar recursos sin dejar huella. 

En el PRI son corruptos, no estúpidos. 

De ese poder corruptor, a sólo tres semanas de la elección empezaron a dar visos empresarios utilizados, burlados por el equipo de Peña Nieto, según denunció uno de ellos, José Luis Ponce de Aquino. 

El empresario mexicano-estadunidense reveló que hubo un ofrecimiento de promover la figura de Peña Nieto y que detrás de todo había 56 millones de dólares, dinero que presuntamente provenía de las arcas del Estado de México y del crimen organizado. 

En México no pasó del escándalo, en cambio en Estados Unidos hay una denuncia en curso. 

Luego se sabría que esos recursos habrían sido depositados en un banco mexicano, Monex. 

Más tarde, a sólo una semana de la elección, el PAN denunció la existencia de tarjetas de Monex que el PRI entregó a promotores del sufragio y representantes de casilla para que “compraran votos a favor de Peña Nieto”. 

El PAN denunció que eran por lo menos 700 millones de pesos.

Entonces el Instituto Federal Electoral (IFE) “indagó” y detectó una cuenta de 70 millones de pesos para “promotores priistas”, abierta en Monex, pero que no podía sostener que fuera para la “compra de votos”. 

Y como cereza del pastel, el PRD reveló la existencia de otras miles de tarjetas, pero ahora de la tienda de autoservicio Soriana –que durante el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México recibió millonarios contratos para manejar las tarjetas de apoyo a la tercera edad–, con un valor de mil pesos y para ser entregados a cambio de votos. 

Cierto o no, la elección de Peña Nieto tiene tufo de comicios comprados. Una elección que a los poderes fácticos, como por ejemplo las televisoras, la elite político-empresarial que toma las decisiones en este país, y los varios grupos del crimen organizado, no le conviene que la gane un hombre que los investigue o les imponga controles que mitiguen su presencia en la vida política y económica de México. 

Dice el doctor Edgar Buscaglia, investigador y analista de los países que han vivido una transición política y han sido copados por el crimen organizado, que México no podrá romper el binomio crimen organizado-corrupción política, a menos que ocurran tres hechos:

El primero, que quien gane la elección lo haga con un porcentaje mayor a 10%, ya que según los propios estudios mexicanos ese es el porcentaje de votos comprados; otra, que el ganador pueda convocar al resto de los partidos a firmar un pacto político para establecer cuatro controles indispensables para transitar a la vida democrática: patrimoniales, judiciales, políticos y administrativos. 

Y mientras esto ocurre, la violencia que hoy se vive en el país afecta ya no sólo a la gente de a pie, como sucedió el viernes 29, cuando en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el crimen organizado hizo explotar un coche-bomba en el estacionamiento de la presidencia municipal, afectando por lo menos a siete personas, entre ellas cinco mujeres, quienes se encontraban cerca de la detonación. 

Buscaglia sostiene que para romper el círculo vicioso crimen organizado-corrupción política, la violencia también debe alcanzar a la clase político-empresarial más encumbrada del país, de tal forma que ponga en peligro su vida, bienes y futuro. Este hecho, como sucedió en Italia o Colombia, obligaría a todos a aceptar el establecimiento de controles. 

Y el último ingrediente, que en paralelo exista un movimiento social en las calles que pacíficamente “rodee” las instituciones que están en manos de la “mafiocracia”, y desde fuera del Estado haga propuestas y vigile su cumplimiento. 

El movimiento #YoSoy132 es una esperanza, destaca Buscaglia, pero antes tiene que evitar ser infiltrado por los partidos e ir más allá de marchas y plantones. 

Es justamente este movimiento el que puede, si lo quiere y se organiza, hacer la diferencia en esta “elección comprada” de Peña Nieto. 

De esta forma, pueden estos jóvenes “rodear” al IFE y obligarlo a indagar esos millones y millones de pesos que han circulado por todo el país para la compra del voto de parte del PRI. 

Es este movimiento el que puede vigilar al IFE y obligarlo a que deje a un lado la tibieza, a que haga a un lado declaraciones tan absurdas como aquella de que “sí hay 70 millones del PRI en Monex pero no podemos asegurar que sea para comprar votos”. 

Por favor, el PRI estuvo 70 años en el gobierno y realizó estas y más deleznables prácticas para mantenerse en el poder. Cómo es eso de que ahora el IFE cree en la buena fe de ese partido. 

Las denuncias están por todos lados, la gente lo grita a los cuatro vientos, hay documentos que muestran los operativos de movilización y compra de votos por parte del PRI, entonces ¿cómo es posible que el IFE no sea suspicaz, no indague más allá de lo que dicen las instituciones bancarias? 

Bueno, pues el grupo de jóvenes puede presionar, “cercar” al IFE para que cumpla con su obligación. De los otros elementos, de la violencia a la elite político-empresarial, nadie desea que avance, pero no hay que olvidar que el mismo Peña Nieto forma parte de ella.

Y si se consuma la compra de la elección para el PRI y su títere Peña Nieto, la paz no llegará a México próximamente; la represión, la corrupción, presencia del crimen organizado y la guerra seguirán, quizá con actores más activos que hoy, quizá habrá disminución de la violencia por plazos breves, pero de que el dinero sucio y quienes lo generan continuará, eso sí muy probable. 

El PRI y Peña Nieto no garantizan bienestar para los mexicanos. Eso para quien tiene memoria, y aunque los jóvenes no lo vivieron y que sí están informados, lo saben. 

La esperanza, finalmente, siguen siendo los 22 millones de jóvenes votantes y el movimiento #YoSoy132, que se mantenga en la calle, cerque al IFE y obligue a las instituciones a actuar con apego a la legalidad. 


Twitter: @jesusaproceso

*Tomado de la revista Proceso.

jueves, junio 28, 2012

¿Fraudes imposibles?*







Tomados de La Jornada, Hernández, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Helioflores.



Octavio Rodríguez Araujo 

Javier Flores señaló en estas páginas (26/6/12) que sí es posible el fraude, como lo fue en 2006. Nada ha cambiado en estos seis años, ni siquiera las declaraciones de los que dijeron que el fraude era imposible o que las de 2006 fueron elecciones limpias, aunque hubo errores humanos”. José Woldenberg y otros insisten en lo mismo; que varios de ellos sean mis amigos no quiere decir que no los critique y cuestione lo que afirman como si tuvieran la verdad revelada. Tanto Héctor Díaz-Polanco como yo hemos demostrado en sendos libros, con base en estudios matemáticos especializados, que el fraude cibernético sí fue y, por tanto, es posible. El fraude tradicional, a la antigüita, ni se discute: se denuncia y no pasa nada, ni por parte del IFE ni de los tribunales. Pero que estas instancias lo conozcan no quiere decir que se impida. Los mexicanos hemos demostrado ante el mundo que las elecciones no tienen por qué ser limpias e inobjetables. Ciertamente no estamos en los primeros lugares de incorruptibilidad, más bien lo contrario. La lista de fraudes posibles, de coacciones y compra de votos, de triquiñuelas para corromper procesos electorales parecen invenciones mexicanas, pero no lo son. En Estados Unidos también han ocurrido y a saber en qué otros países. La combinación de fraude tradicional y el moderno cibernético es perfectamente posible. 

Cito unos párrafos de mi libro sobre las elecciones presidenciales de 2006: 

En primer lugar existen programas de cómputo capaces de discriminar y aun de sustituir a ciudadanos de una cierta preferencia política con una “simple” instrucción del software. ChoicePoint Inc. los usó para la elección de George W. Bush en 2000. Un estudioso de aquellas elecciones es Greg Palast, periodista de la BBC y del The Guardian de Gran Bretaña demostró que DBT Online, de ChoicePoint Inc. de Atlanta, Georgia, fue contratada por el Partido Republicano para falsear el padrón electoral de Florida en favor de su candidato presidencial. Ese fraude consistió en quitar electores de la lista y sustituirlos por otros. En la acción participó Jeb Bush, hermano del candidato y gobernador de Florida, además de su secretaria de gobierno Katherine Harris. En esa entidad, dado el sistema electoral de ese país, el candidato del Partido Demócrata, Al Gore, perdió por unos cuantos votos, suficientes para darle el triunfo al republicano. Hay indicios de que se siguió el mismo esquema en 2004 (la relección de Bush), pero en Ohio para hacer perder a John F. Kerry. En México ChoicePoint Inc. compró el padrón electoral en 2003, en el que estaban registrados alrededor de 60 millones de ciudadanos mexicanos. En abril de ese año los corresponsales de La Jornada en Washington denunciaron la operación. Obligaron al gobierno mexicano a hacer una investigación, y se descubrió que un proveedor de datos a la Secretaría de Gobernación vendió los discos a otra empresa llamada Bases de Datos Especializadas, cuyo dueño era Jorge López García. Y éste fue el vendedor de la información a ChoicePoint. Palast tuvo sospechas de que ChoicePoint intervino en México, quizá por la vía del Instituto Internacional Republicano, asesorando al PAN y, por este canal, además de la empresa de Diego Hildebrando Zavala (cuñado de Calderón), al IFE, tanto para la administración del padrón ciudadano con derecho a voto como el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). 

En aquel entonces se impidió que se conocieran las encuestas de salida (exit polls) el domingo 2 de julio a las 8 de la noche y a las 11 de la noche, hora en que supuestamente el presidente del Instituto, Luis Carlos Ugalde, anunciaría su propio conteo rápido (el del IFE). En lugar de esto, Ugalde, y 10 segundos después Fox, enviaron un mensaje a los atentos televidentes: que los “científicos” del Comité Técnico del Conteo Rápido no estaban en condiciones de anunciar quién había ganado. 

Palast señaló en The Guardian que para Reuters, en su encuesta de salida, ganaba López Obrador sobre Calderón. Se presume que la firma encuestadora Mitofsky, contratada por Televisa, daría semejantes resultados que Reuters, pero la empresa televisora prefirió alinearse, obviamente, con el presidente de la República, y todos vimos a un López Dóriga (Televisa) impaciente por dar resultados y en punto de las 8 de la noche calló y cambió de tema. Algo se ocultaba, olía a fraude, aunque no faltaron quienes afirmaron que los resultados electorales y los programas de cómputo no se pueden trucar, como si nunca hubiera ocurrido que un hacker (o un cracker) se metiera en sistemas de alta seguridad y modificara su uso y beneficio. 

La Ohio Elections Commission en su reunión del 13 de diciembre de 2004 entrevistó, bajo juramento, al programador de computadoras Clinton Eugene Curtis, de Tallahassee, Florida, y quien trabajaba para Yang Enterprises, Inc. Curtis declaró que sí existen programas que pueden falsear elecciones secretamente, y que hizo un programa en 2000 que convertía “el voto 51 en 49 a favor de quien uno quisiera, en cualquier elección” sin que los encargados de las elecciones pudieran detectarlo. Se le preguntó “¿cómo puede uno detectar que un determinado programa falsea las elecciones?”, y Curtis contestó que “hay que verlo en código fuente, o contar los comprobantes y confrontar el número de comprobantes con el número total de votos. No hay otra manera de descubrirlo.” ¿Fueron falseadas las elecciones de Ohio (2004), donde perdió Kerry? Sí po-drían haber sido falseadas, y Curtis añadió que “si las exit polls difieren significativamente del resultado final, es probable que haya sido falseada”. Por esto es que no se dieron los resultados de las encuestas de salida en México ni se permitió que expertos independientes analizaran los códigos fuente del sistema del IFE, de los cuales se sospechaba desde principios de junio, el sábado 3, antes incluso de que fueran denunciados por López Obrador los negocios de Diego Hildebrando Zavala (el 6 de junio, en el “debate” entre los candidatos) y de que se descubrieran sus vínculos con el software electoral oficial. 

rodriguezaraujo.unam.mx/

*Tomado de La Jornada.

miércoles, junio 27, 2012

El rumor que crece*







Tomados de La Jornada, Hernández, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.



Axel Didriksson 

MÉXICO, D.F. (Proceso).- En esta semana que corre culminan las campañas electorales para elegir a nivel federal un nuevo Poder Ejecutivo y otro Legislativo, al igual que varias representaciones de gobierno en estados de la República. En lo que va del proceso se ha pasado de una suerte de certeza de triunfo del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto (arropada por una derrama extrema de dinero y por enormes recursos de imagen), a un vuelco social y político que crece como un rumor inquietante, el cual consiste en que el puntero real en la contienda presidencial y, en consecuencia, quien tiene más posibilidades de ganar, es Andrés Manuel López Obrador. 

Este movimiento pendular de un candidato a otro ha tenido diversas causas y sentidos, así como algunas sorpresas y amenazas que están latentes. Entre los acontecimientos que se han venido dando se halla la irrupción de un nuevo movimiento estudiantil. Con su novedoso despertar, los estudiantes se organizan de forma creciente a niveles local y nacional, y se están sumando a los millones de jóvenes indignados de otros países, en una convergencia tan multitudinaria como insólita, mediada por las redes sociales e internet. 

Este nuevo movimiento estudiantil ha desenmascarado la orquestación de las grandes televisoras y de algunos medios impresos a favor de la candidatura del PRI, dejando en caída libre a la de Josefina Vázquez Mota, a quien se le ve sin la fuerza necesaria para poder remontar su tercer puesto (en una contienda de tres) con su cantaleta de frases sin contenido y su discurso plano e inconsistente. 

Otra de las tendencias de este vuelco electoral es el vaciamiento y pérdida de significado de las encuestas y cifras que equivocadamente han buscado sustituir a la percepción, al imaginario social y al análisis político crítico. Las encuestas y sus pregoneros, que insistían en el triunfo de Peña Nieto, han pasado a ser un asidero poco confiable frente a las evidencias de la acción masiva, de la organización de grandes conglomerados sociales, de la proliferación de grupos de ciudadanos y jóvenes que se comunican entre sí de forma extraordinaria día tras día, por encima de las cifras que machaconamente proliferan pero que han perdido credibilidad. 

Se confirma de este modo que, cuando el conocimiento y el aprendizaje sociales se vuelven una constante, bajo la forma de una inteligencia colectiva, los excesos mediáticos dejan de tener eficacia porque evidencian la intención de confundir a gran escala por medio de un discurso de aparente base científica, como las encuestas. En todo caso, las decisiones políticas de los ciudadanos organizados no se basan de manera absoluta en lo que se difunde, sino en lo que se sabe y se aprende cotidianamente en el espacio público. Y es esto lo que genera rupturas y movimientos emergentes, como los que están ocurriendo entre los estudiantes, las víctimas de la violencia, los trabajadores despedidos y maniatados, los jóvenes que viven sin futuro, las familias amenazadas de despojo, los millones de personas agraviadas por las mentiras y la impunidad, así como por esa imagen que Foucault tenía del poder: “pobre en recursos, parco en sus métodos, monótono en las tácticas que utiliza, incapaz de invención y como condenado a repetirse siempre a sí mismo”. 

La mayor novedad es el creciente rumor de que López Obrador ganará las elecciones a la Presidencia de la República, y, con esta prefiguración, quienes se sentían muy cómodos en sus certidumbres y nostalgias, en la representación de sus futuros enriquecimientos ilícitos y de continuidad de sus placeres, en las alianzas que han tejido para repartirse los recursos del gobierno y los cargos públicos, han desembocado en la desesperación o llegado al borde de un ataque de nervios, por decir lo menos. 

Es por ello que durante esta semana las fuerzas se tensarán al máximo, se redefinirán los escenarios prefabricados y se hará uso de lo indecible, de todo lo que esté a la mano, con una parafernalia de repetición de cifras, imágenes y vituperios hasta el cansancio. Ya están moviéndose los hilos de la corrupción y de la compra de votos a lo largo y ancho del país; ya se conocen las maneras como buscarán enlodar el proceso electoral y, llegado el momento, hasta buscar tronarlo. Ya veremos cómo se atiza el odio y se recurre a los fantasmas y monstruos de siempre. Pero el rumor seguirá adelante y seguirá moviéndose hacia el próximo domingo para verificar hasta dónde llegó la bolita. Allí se verá si la inteligencia cooperativa se impuso a la ignorancia promovida y certificada.

*Tomado de la revista proceso.

martes, junio 26, 2012

Directivos de Televisa, cerebros de las campañas de EPN, JVM y GQ*





Tomados de La Jornada, Hernández y El Fisgón y El Universal, Helioflores y Naranjo.



Jenaro Villamil


MÉXICO, D.F., (apro).- En las oficinas de la empresa El Mall le llaman Proyecto Jaime. Es un nombre clave y secreto para el candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto. Durante meses, el productor Pedro Torres, dueño de MediaMates y brazo derecho de Alejandro Quintero, el todavía vicepresidente de Comercialización de Grupo Televisa, ha trabajado para la campaña del exgobernador mexiquense.

El nombre clave es para que nadie se entere de que en El Mall trabajaron simultáneamente para dos campañas presidenciales: la de Peña Nieto, a cargo de la publicista Ana María Olabuenaga, socia de Pedro Torres y famosa por su eslogan “Soy Totalmente Palacio”, y la de Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial panista, con otro nombre clave: “Proyecto Mujer”.

Durante meses, trabajaron para dos campañas al mismo tiempo. Al interior de El Mall todos lo supieron. Hasta que hace un mes, el equipo de Vázquez Mota suspendió la producción de sus últimos anuncios en el equipo de El Mall, que forma parte de un consorcio denominado MediaMates, de Pedro Torres también. 

Finalmente, el ganador en este intenso mercadeo de la imagen televisiva es el  consorcio que ha permitido el crecimiento de El Mall y de MediaMates: Grupo Televisa.

Pedro Torres fue el productor estelar de los realitys de Televisa; entre ellos Big Brother,  la teleserie El Equipo, con cargo al erario de la Secretaría de Seguridad Pública; de los carísimos spots de Estrellas del Bicentenario, con cargo al presupuesto público de los estados; del V Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México y hasta del video que transmitieron en la famosa boda entre este personaje y la actriz Angélica Rivera, “La Gaviota”.
 Fuentes consultadas aseguran que este último video fue “un regalo” de Torres a Peña Nieto, quien ha sido su mejor cliente en los últimos seis años. 

El secreto del “Proyecto Jaime” es que no deja huella. No hay facturas, no hay contratos. Todo se maneja en efectivo, según informes internos. Algunos calculan que tan sólo en la producción de promocionales y de “guerra sucia” o “campaña de contrastes” (como prefieren llamarlos) el equipo de campaña peñista ha gastado más de 200 millones de pesos en dos meses. 

El otro secreto del “Proyecto Jaime” es que quien aprueba o desaprueba finalmente los videos y los mensajes en redes sociales es Alejandro Quintero, el polémico accionista de TV Promo, a quien algunos en Grupo Televisa ya ven como uno de los funcionarios a sacrificar tras el escándalo de las cuentas de venta de información y entrevistas con Peña Nieto a lo largo de siete años. 

Quintero tiene en las oficinas de El Mall a una de sus asistentes supervisando directamente el “Proyecto Jaime”.También hay otro personaje que ha frecuentado las instalaciones ultra secretas de El Mall, habilitadas ex profeso para el “Proyecto Jaime”. Se trata de Luis Videgaray, el multifacético coordinador general de la campaña de Peña Nieto. 

Cuentan fuentes de MediaMates que Videgaray supervisó algunos mensajes de la reciente “guerra sucia” contra López Obrador, incluyendo el rumor de que “el peso se devalúa” si el candidato perredista asciende en las encuestas.

El vínculo con Grupo Televisa es más que claro. Un domingo antes de la presencia de Enrique Peña Nieto en el programa Tercer Grado, estuvieron mercadólogos y consultores argentinos con Olabuenaga. Ensayaron las posibles respuestas y escenarios a contrarrestar frente al programa de los conductores estelares de los noticiarios de Grupo Televisa. 

Por si fuera poco, un trabajador cercano a Pedro Torres, Omar Catalán, está detrás de la producción audiovisual de Gabriel Quadri, el candidato del Panal.

*Tomado de la revista Proceso.

lunes, junio 25, 2012

La complacencia del IFE*






Tomados de La Jornada, Hernández, Helguera y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.



Carlos Acosta Córdova


El domingo 1 de julio México elegirá a quien ocupará la residencia presidencial de Los Pinos en el sexenio 2012-2018. Casi 80 millones de ciudadanos tendrán la oportunidad de escoger entre los cuatro candidatos registrados por partidos o coaliciones –uno de ellos, figura decorativa–, en una jornada electoral con particularidades de las que Proceso se ocupa en esta edición:
• El árbitro electoral, el IFE, ha mostrado ser un organismo complaciente, sin dientes, sin garras, sin uñas siquiera para impedir los abusos, la iniquidad y las violaciones a la ley en el curso de las campañas. 

• El partido en el gobierno, el PAN, con una desfalleciente candidata que no supo poner distancia entre su nebulosa propuesta de campaña y el lastre que el gobierno de Felipe Calderón significó y las corruptelas de su propio partido y su líder nacional. La torpeza del propio gobierno federal en el episodio del supuesto hijo del Chapo Guzmán acabó por enterrar virtualmente sus aspiraciones. 

• El partido que pretende regresar al poder, el PRI, con un candidato ostensible y documentadamente apoyado por Televisa, ha recurrido al más viejo estilo de la coacción, la compra de votos, el aparato electorero que lo caracterizó durante tanto tiempo, para culminar un proyecto de muchos años con la pantalla de la televisión como centro de su poder de atracción. 

• La izquierda, con un candidato que reincide, en un intento más por convertirse en una tercera opción viable pero con la propia carga de corrupción y clientelismo de muchos de los organismos que la integran y con el propósito de, ahora sí, disponer de representantes y observadores en todas las casillas para, en todo caso, impedir el fraude posible. 

• El contexto de la guerra de Calderón contra el crimen organizado, con decenas de miles de muertos y desaparecidos, sin éxito apreciable y con un remate imprevisible: la cacería brutal de generales del Ejército que participaron en ella por parte de la PGR. 

Complacencia es la palabra más suave para describir la actuación del Instituto Federal Electoral durante el proceso que culminará el domingo 1 de julio. Prácticamente todos los partidos señalan una u otra de sus múltiples deficiencias para fundamentar su escepticismo respecto del órgano al que, optimista él, su presidente ve en cambio como garante de unos comicios sin contingencias. Su posición contrasta con la percepción de muchos mexicanos, y de académicos, expertos electorales y observadores extranjeros, de que la imparcialidad está en duda y que es posible incluso un fraude a escala nacional. 

Justo a una semana de la jornada electoral del próximo domingo 1 de julio, el Instituto Federal Electoral (IFE) no ha podido reducir el escepticismo de amplios sectores de la población en el sentido de que puedan garantizarse elecciones creíbles, justas y equitativas, con certeza en su legalidad y certidumbre en sus resultados. 

Es decir, sigue permeando en millones de mexicanos el fantasma de la elección presidencial de 2006, de un IFE poco transparente y eficaz, presionado –doblegado inclusive– por el gobierno federal, los partidos políticos y los poderes fácticos, en particular por el duopolio televisivo. 

No ha tenido, tampoco, capacidad para comunicar de manera efectiva y contundente a toda la sociedad los cambios que introdujo la reforma político-electoral de 2007-2008. Según el IFE, con estas modificaciones se hace difícil, al menos en teoría, una reedición del complejo de irregularidades e insuficiencias del proceso de 2006, las cuales llevaron a un conflicto poselectoral que puso en vilo al país.

Más aún, el instituto llega a la recta final del proceso acusado por el PRI de ser muy permisivo, por lo menos en lo que toca a la propaganda política y sobre todo a la “guerra sucia” a través de promocionales de radio y televisión, que han generado encono y división en la sociedad. 

Carga también la autoridad electoral con el recurrente cuestionamiento del PRD –y de los otros dos partidos, PT y Movimiento Ciudadano, que también impulsan a Andrés Manuel López Obrador– sobre la poca aplicación del IFE para frenar el derroche de recursos económicos en las campañas y transparentar su origen, particularmente en el caso del priista Enrique Peña Nieto.

El PAN le reclama al IFE que no haya establecido, o no la haya difundido ampliamente, una acción conjunta con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) de la PGR para reducir al mínimo la presencia de las viejas prácticas de compra y coacción del voto, para evitar las famosas “mareas rojas” mediante las cuales grupos de priistas movilizan y/o atemorizan a grupos de votantes, para que sufraguen en su favor. 

En otros frentes, el IFE también es víctima de imputaciones. Académicos, expertos en materia electoral y organizaciones civiles –que han realizado un estricto monitoreo del proceso electoral y de la actuación del IFE– le achacan deficiencias y omisiones. Por ejemplo, que ha sido complaciente con las principales televisoras del país al permitir por años su abierto respaldo a Enrique Peña Nieto, el candidato presidencial del PRI. 

También, que no hizo mayor esfuerzo por solicitar a la Secretaría de Gobernación la cadena nacional para transmitir los debates de los candidatos presidenciales, hecho que dejó impune la arrogancia de los dueños de las principales televisoras. O bien, que ha sido laxo frente al evidente dispendio de recursos y probables rebases de los topes de gastos de campaña de Peña Nieto, o que ha hecho prácticamente nada para inhibir, controlar o castigar los miles de casos de compra y coacción de votos, que ya han sido denunciados. 

El papel del árbitro 

El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, está consciente de todas esas imputaciones que se le hacen al instituto. Rechaza tajantemente unas, discrepa de otras, matiza algunas, justifica otras… 

Pero, categórico, asegura que ni el proceso electoral de este año, la propia votación el 1 de julio, ni el escrutinio de los sufragios ni el proceso poselectoral serán iguales a la experiencia vivida en los comicios presidenciales anteriores. 

“De ninguna manera se repetirá el 2006. La reforma de 2007-2008 modificó atribuciones en cuatro áreas del sistema electoral que son fundamentales para evitar que lo que falló en aquel año vuelva a suceder.” 

Las enumera: un nuevo modelo de comunicación política, que evita que particulares y gobiernos puedan incidir en las preferencias electorales; mayores facultades de fiscalización de los recursos públicos para el financiamiento de los partidos, el origen de los mismos y su uso por parte de aquellos; un mayor arbitraje del IFE, para resolver quejas, agravios y hasta para sancionar a todo tipo de autoridad que pretenda intervenir en el proceso electoral y, finalmente, un sistema de escrutinio de los votos, que permite por ley el recuento voto por voto, casilla por casilla, distrito por distrito. 

En entrevista con Proceso, Valdés Zurita las explica: El nuevo modelo de comunicación política está diseñado para darle equidad a la competencia de los partidos políticos; disminuye el costo de las campañas electorales; prohíbe a particulares, al gobierno federal y a los gobiernos estatales, incidir en las preferencias electorales de los ciudadanos. Los partidos tienen acceso gratuito y equitativo a los tiempos del Estado en radio y televisión. 

“Con ello –dice– se evita una zona de conflicto que en 2006 fue de enorme gravedad por la participación de los particulares que podían comprar promocionales (spots) en radio y televisión. También se evita que los gobiernos, por esos instrumentos, interfieran en la campaña electoral. Además, se evita la iniquidad en las contiendas, pues antes los partidos con mayor capacidad económica tenían ventajas sobre los demás. 

“Ahora está perfectamente claro que solamente a través del tiempo oficial los partidos políticos pueden tener acceso a ese tipo de herramientas promocionales.” 

–Fue virulenta la reacción de las televisoras, que se vieron despojadas de una extraordinaria fuente de ingresos. Y actuaron en consecuencia, enfrentándose a la autoridad electoral. Como el caso de Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, que se negó a transmitir el primer debate de los candidatos. ¿Cómo ha vivido las presiones de esos poderes? 

–No me he dejado presionar por ningún tipo de poder. Fue complejo y difícil el arranque: el IFE no tenía la experiencia operativa, técnica, reglamentaria, para que el modelo se aplicara. Fue una empresa muy compleja el hacer la normatividad, echar a andar el sistema. Pero hoy podemos decir con certeza que al final el modelo se aplicó. 

“Un dato duro de este proceso, de las campañas, es que no hemos tenido un solo tropezón en la aplicación del modelo, en la aplicación del reglamento. Las televisoras, a pesar de que no están a gusto con la reforma, han aplicado la ley y nosotros hemos vigilado que se aplique.” 

Otro cambio relevante en la legislación electoral es el relativo a los dineros para los partidos políticos y la vigilancia de los mismos. 

Dice el consejero presidente del IFE: 

“El legislador ratificó lo que hemos experimentado desde la reforma electoral de 1991, en el sentido de que los recursos para el financiamiento de los partidos debe ser preponderante dinero público. Pero además le dio al IFE mayores facultades de fiscalización: se creó una Unidad de Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos, que ahora es permanente y que tiene autonomía de gestión. 

“También se incrementó el número de informes que deben entregar los partidos políticos. Las herramientas de auditoría crecieron significativamente: hoy no hay secreto fiscal, bancario, fiduciario. El IFE, a través de la Unidad de Fiscalización, puede conocer, por ejemplo, las cuentas bancarias y los movimientos financieros de los partidos, así como su situación en materia de impuestos. 

“Esa parte, en 2006, fue muy compleja, aunque también en elecciones anteriores, como la del año 2000, en que se suscitaron los casos de Amigos de Fox y el Pemexgate. 

“Entonces, el legislador aprendió de esas experiencias y lo que hizo fue crear un marco normativo que hace que hoy el IFE sea mejor garante de la legalidad de los recursos que entran a los partidos y de la forma en que los gastan.” 

–Sin embargo, en el tema de la fiscalización persisten dudas e inconformidades. El proceso fuerte de la fiscalización empieza después de los comicios, se hace efectivo hasta que los partidos informan de sus gastos e ingresos, y además no tiene efectos jurídicos: si un candidato, para cualquier puesto de representación popular, gana la elección con triquiñuelas, dinero irregular o exceso de gastos, de todas formas asume el cargo. 

–Aquí hay dos cosas que debemos tener muy claras, que podemos o no estar de acuerdo con ellas. Primero: los sujetos obligados, beneficiarios del financiamiento público y obligados por la fiscalización, son los partidos políticos, no los candidatos. En otros países sí, como en Canadá; allá no se fiscaliza el gasto de campaña de los partidos, sino el de los candidatos. En Estados Unidos igual. Aquí, el legislador decidió que quien recibe la prerrogativa del financiamiento es el partido, quien está obligado a la fiscalización. 

“Segundo, se decidió un modelo de fiscalización de auditoría. Esto quiere decir que sólo se puede fiscalizar en periodos que han sido cerrados, en procesos que han iniciado y concluido y a partir de los informes con los soportes que presenten los partidos. Hoy los informes de los partidos deben venir acompañados de las pólizas, cheques, de las facturas, de los proveedores… de toda la documentación soporte para hacer realmente una auditoría. Ese modelo de fiscalización por auditoría nos da la posibilidad de entrar muy a fondo a las cuentas de los partidos, a los gastos e ingresos de los partidos. 

“Además, al auditar la campaña electoral a quien auditamos es al partido, no al candidato, de tal suerte que si el candidato ganó legítimamente la votación y rindió protesta, será gobernante o representante. Pero si el partido para financiar esa campaña obtuvo dinero ilícito o si el partido excedió los gastos de campaña de ese candidato, el partido será sancionado enérgicamente por la autoridad electoral.” 

Un tercer cambio de envergadura, según Valdés Zurita, es la parte del arbitraje electoral. “En 2006 –dice –los partidos políticos presentaron más de 800 quejas, desde los contenidos de la propaganda hasta de la presunta intervención de quien era el presidente de la República. El IFE, entonces, resolvió sólo un poco más de 70 de esas 800 quejas. 

“Eso quiere decir que los agravios que estaban incluidos en esas más de 700 quejas no habían sido resueltos en el momento en que se calificó la elección presidencial. Hoy, la reforma se hizo cargo de eso. Hoy tenemos un procedimiento especial sancionador. Se han presentado más de mil quejas en el Consejo General del IFE y en los 300 consejos distritales y llevamos resueltas más de 800 de esas quejas. 

“Más todavía, en 2006 el Consejo General sesionó en 36 ocasiones; en 2012 llevamos sesionadas más de 65 ocasiones, más las que se acumulen de aquí a que se califique la elección. Ha sido muchísimo el trabajo, más visible la actuación del instituto, porque hoy podemos analizar y decir si el presidente de la República está violando las normas electorales, si los candidatos y los partidos lo hacen.” 

–Aun así, es persistente la crítica hacia el IFE y sus consejeros, en el sentido de que trabajan poco… que la institución adolece de una pasividad que irrita. 

–Unos dicen que hemos sido tibios, pero más bien hemos sido fríos. La autoridad electoral lo que tiene que hacer es aplicar la ley con frialdad, con ecuanimidad, con objetividad. El calor en estos tiempos se siente allá, en las campañas electorales. Ahí necesariamente se debate fuerte, pues ¡están luchando por el poder político en el país! 

Finalmente, la cuarta aportación de la nueva legislación electoral, que dará un fuerte ingrediente de certeza y abonará en la limpieza a la hora de contar los votos, según el entrevistado, es el referente al conteo rápido, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y el cómputo distrital. 

Dice Valdés Zurita: 

“Hoy la ley dice que si la diferencia entre el primero y el segundo lugar es de menos de un punto porcentual y el segundo lugar solicita el cómputo distrital, nosotros tenemos que abrir cada paquete, tenemos que recontar cada boleta. El voto por voto, casilla por casilla está normado y en la ley están establecidos los supuestos a partir de los cuales se tiene que realizar esa actividad. Por supuesto que es un ingrediente de certeza. 

“En 2009 ya aplicamos esta norma, pero ahora la ley dice algo que no decía en ese año. Si la cantidad de votos nulos es mayor que la diferencia entre el primero y el segundo lugar, ese paquete hay que abrirlo y hay que recontar las boletas. 

“Y dice más: si todos los votos en esa casilla fueron a favor de un mismo partido, hay que abrir el paquete y hay que recontar los votos.” 

–El PRD no quería el conteo rápido, decía que era suficiente con el PREP.

–Impugnaron ante el tribunal electoral la metodología. Pero el tribunal ratificó que tenemos una metodología muy probada. Va a ser una muestra de 7 mil 559 casillas que representan a todas las entidades, los 300 distritos. Incluso están representadas las zonas urbanas y las no urbanas, de manera equilibrada, para que sea realmente una fotografía muy precisa de la voluntad de los ciudadanos. 

“Un elemento que le da mucha certeza al conteo rápido es que los datos que se obtienen son de las actas de los cómputos que se levantan en cada una de las casillas. No es una encuesta de salida en la que se le pregunta al ciudadano, sino es un conteo de resultados oficiales que están asentados en las actas. Además, el conteo rápido sirve para frenar la especulación que generen las encuestadoras particulares.” 

–¿A qué hora se darán a conocer los resultados del conteo rápido? 

–La ley dice que antes de las 12 de la noche del día de la jornada electoral. Yo estoy pensando establecer como horario para la transmisión en cadena nacional las 11:45, para que no se apresuren de más los científicos y hagan su trabajo con la calma necesaria para estimar bien las tendencias y podamos salir a dar la información. 

–¿El sentido del mensaje será sólo dar a conocer las tendencias o habrá posibilidad de dar ya un ganador? 

–No. Como siempre, en estos casos hay que advertir a los ciudadanos que se trata de una estimación estadística, que son tendencias. Es más, ni siquiera se da a conocer un porcentaje por cada candidato. Lo que daremos a conocer es un intervalo, el rango en que se estima que –de acuerdo con este ejercicio estadístico– pudiera caer la votación final de cada uno de los cuatro candidatos. Pero vamos a dar a conocer la información de los cuatro candidatos, sea cual sea. Si los intervalos se cruzan daremos a conocer la información, y si hay que explicar qué significa eso, lo explicaremos ampliamente. 

Los avances democráticos  

En relación con el PREP, el consejero presidente del IFE asegura que hoy tiene “enormes avances” respecto al de 2006. 

“Mejoramos pantallas; ya no hay archivos ocultos, sino que todas las actas, incluso las que tengan algunas inconsistencias, se van a dar a conocer. El lunes 2, a las ocho de la noche, vamos a subir al PREP la imagen digitalizada de todas las actas que se hayan capturado, con el objeto de que los ciudadanos, los partidos, los medios… puedan confrontar el resultado de las actas levantadas a mano por los funcionarios de casilla, que ahí estará su imagen digitalizada con lo que se capturó en el PREP.” 

En un documento con los datos y las acciones más relevantes del proceso electoral, que en breve difundirá el IFE, se desmiente la participación de la empresa Hildebrando –propiedad de un cuñado de Felipe Calderón–, que tanta polémica desató en 2006. 

Dice el documento Proceso electoral federal 2011-2012: “Recientemente se ha señalado falsamente que la empresa Hildebrando participa en el desarrollo del PREP; sin embargo, debe aclararse que Hildebrando no ha tenido ni tiene relación alguna con los sistemas informáticos del IFE. Este instituto ha hecho públicos todos los contratos y toda la información relacionada con este programa. Se reitera que el PREP es desarrollado directamente por el IFE, supervisado y auditado por un comité de expertos de la UNAM”. 

Finalmente, Valdés Zurita reitera su rechazo a la posibilidad de un fraude electoral: 

–La gran participación de los ciudadanos –que no es de ahora– es el principal blindaje para que pueda ocurrir un fraude. Hay que ver los grandes números: tenemos 1 millón de ciudadanos como funcionarios de casilla, perfectamente capacitados. 

“Tenemos 2 millones de ciudadanos que son representantes de los partidos en las casillas: en 99.9% de las casillas hay tres o más representantes de los partidos; ellos serán los más celosos vigilantes de la aplicación estricta de la ley, porque además la conocen y van a representar allí los intereses de sus partidos. 

“Además, tenemos los observadores electorales nacionales, los visitantes extranjeros, los seis ciudadanos que son consejeros en cada uno de los consejos distritales, que son mil 800; hay 192 consejeros ciudadanos locales que están trabajando desde octubre para organizar esta elección. 

“Yo diría, por último, que lo que garantiza a México que esta elección va a ser limpia, libre, apegada a derecho, es que son ciudadanos quienes tienen en sus manos la organización, la recepción del voto y, al final del día, el cómputo de la votación y el levantamiento de las actas. 

“No hay lugar para fraude alguno. Mucho menos para que se repita la experiencia de 2006”, concluye Valdés Zurita.

*Tomado de la revista Proceso.

domingo, junio 24, 2012

Ante los focos rojos, compra de votos*


Tomado de La Jornada, Hernández.



Jesusa Cervantes 

Seis entidades del país tienen muy preocupado al PRI: Jalisco, Guerrero, Puebla, Veracruz, Tabasco y el Distrito Federal. Sabe que en ellas podría perder la elección su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto. Por lo tanto, el equipo de campaña elaboró estrategias y redactó documentos para fortalecer “la promoción” del voto en ellas, a cargo sobre todo de funcionarios de educación. Pero esa “promoción” en realidad es un intercambio de sufragios por enseres domésticos y material de construcción, sin mencionar el dinero en efectivo con el que se paga a los “promotores”.

Debido a que “el PRI solo no gana (con su voto duro)” –como se reconoce en el documento Todos con Peña Nieto– el partido que postula a Enrique Peña Nieto creó una estrategia que recurre a la compra de sufragios para ganar la elección presidencial el próximo 1 de julio. 

El plan es operado por funcionarios de los gobiernos de los estados en coordinación con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (que controla Elba Esther Gordillo), gremios locales de maestros y algunas secretarías de las administraciones estatales. 

Para ello un ejército de “operativos” o militantes del PRI han sido designados para cada uno de los 300 distritos del país. Todos han sido entrenados y se les han entregado formatos para que cada uno convenza a 10 personas de revelar los datos de su credencial de elector; a esas personas las deberán llevar el día de la elección para que sufraguen y a cambio reciban “desayunos y entrega de material”. 

La estrategia llamada Todos con Peña Nieto arrancó en Veracruz, tercer estado en importancia por su número de votantes, debido a que según algunos de los operadores electorales del candidato presidencial del PRI, es una de las entidades con mayor riesgo de perderse por la mala administración del gobernador Javier Duarte.

El operador de Peña Nieto que accedió a hablar con este semanario y que labora en el sureste del país reveló que en toda la República se replicó el modelo de Veracruz y que sólo varía según las necesidades de los estados: por ejemplo, si la elección presidencial pasada se perdió, si el municipio es gobernado por la oposición o si el PRI ha mantenido una holgada ventaja en los últimos comicios.

Proceso habló con algunos de los operadores de la estrategia priista, quienes solicitaron el anonimato. Uno de ellos dijo: “Sí lo hay (el modelo en el resto de las entidades), pero ha sido lo que siempre se programa como parte de la promoción y movilización. En cada estado se ajusta a lo que se acostumbra”. 

Fuentes del PRI confirmaron también que el jueves 7 de junio, en la casa de gobierno del Estado de México, con Eruviel Ávila como anfitrión se reunieron 16 de los 18 gobernadores priistas para analizar “las cuotas de votación por estado”, e incluso ahí estuvo Peña Nieto. 

La mañana del jueves 21 el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a ese encuentro y a una parte del operativo montado por el PRI. Horas más tarde el gobernador Ávila aceptó que el encuentro tuvo lugar e incluso dijo que acudió Peña Nieto, pero rechazó que ahí se haya exigido a los ejecutivos comprometer un número de votos. 

Entidades críticas 

De los seis estados que concentran 30% de la votación nacional, el PRI ha puesto los focos rojos en por lo menos tres por considerar que ahí puede perder la elección presidencial y algunas de senadores o diputados federales. 

De los 79 millones 454 mil 802 votantes del padrón nacional, en el Estado de México se concentran 10 millones 360 mil 537; le sigue el Distrito Federal con 7 millones 217 mil 943, Veracruz con 5 millones 330 mil 347, Jalisco con 5 millones 260 mil 991 y Puebla con 4 millones 144 mil 140. 

Los operadores del PRI consultados por este semanario señalan que ese partido ha puesto la atención sobre todo en el Distrito Federal, Veracruz, Puebla, Tabasco, Guerrero y Oaxaca. 

De éstas sólo dos están gobernadas por el PRI (Veracruz y Tabasco), aunque Puebla es considerado una cuota de apoyo a Peña Nieto pues el gobernador Rafael Moreno Valle –quien ganó bajo las siglas del PAN– ha sido desde hace por lo menos nueve años cercano colaborador de Gordillo. Incluso mantiene en su administración a personajes clave cercanos a Peña Nieto, como el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas, exdirector de la AFI. 

Según datos del Instituto Federal Electoral, los seis estados que preocupan al PRI concentran poco más de 20 millones de votantes, más de 25% del padrón nacional. 

Por ser el Edomex el estado natal de Peña Nieto y estar controlado por el PRI, ese partido no lo considera un problema. No ocurre lo mismo en el Distrito Federal, donde poco puede hacer, ya que está bajo la férula del PRD. En cambio el tercer estado con mayor número de votantes, Veracruz, sí le representa un verdadero problema, por lo que establecieron ahí el programa piloto de Todos con Peña Nieto. 

Según el documento Somos 10, obtenido por este semanario, la operación incluye un análisis de las tres elecciones federales pasadas en el distrito de Coatepec y sus municipios (17). 

“Se porcentualizan (sic) los incrementos o decrementos del padrón electoral o los votos obtenidos por partido político; con esta información se hace una proyección de la votación meta que asegure la victoria del PRI en 2012”, se lee en el documento de 243 páginas que contiene la prospección de sufragios que se requieren para ganar e incluye la cartografía electoral y la cantidad de casillas. Estos elementos son utilizados para determinar la estructura llamada Sumamos 10 del Distrito. En este caso el distrito es el IX federal, con cabecera en Coatepec. 

Luego se describen las funciones que en forma piramidal se van estableciendo con sus respectivos operadores. 

“Se opera por medio de un coordinador distrital, quien a su vez designa a un coordinador en cada uno de los municipios que integran el distrito, quien nombra a un coordinador por sección electoral encargado de definir a un determinado número de subcoordinadores seccionales que se define en función de las colonias o localidades que la integren; cada uno de éstos busca a 10 operadores que se comprometen, cada uno, a llevar a votar a favor del PRI a 10 personas el día de la elección.”

Por ejemplo, en el caso de ese Distrito IX, que tiene 17 ayuntamientos, se indica que el padrón electoral –de 262 mil 808 votantes– necesita 9 mil 362 militantes priistas, quienes al final deberán llevar 83 mil 100 personas a votar; previamente tomaron los datos de su credencial de elector y los números telefónicos de todos esos votantes. 

Dice el documento que se necesita un coordinador distrital, 17 municipales, 203 seccionales, 831 subcoordinadores seccionales y 8 mil 310 operativos encargados de obtener los 83 mil 100 votos para Peña Nieto. 

Detalla el documento: “Con 31.62% de votos a favor del PRI del total del padrón electoral, se proyecta la victoria el día de la jornada”. El coordinador del Distrito IX es Nemesio Domínguez Domínguez, quien actualmente tiene el cargo de subsecretario de Desarrollo Educativo en la administración estatal de Javier Duarte, además de haber sido dos veces diputado federal por Veracruz. 

En cada municipio se proyectan los votos que se necesitan para ganar, y quienes están al frente de toda la operación, según el documento, son funcionarios de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV). 

Quince de los 17 coordinadores estatales tienen puestos clave en la dependencia: están ahí el coordinador de programas de acciones compensatorias, el de la reforma educativa, el director de Escuelas Normales, la coordinadora de Profesiones, el director general de Educación Superior, el de Educación Física, el director de Telebachilleratos y la de Educación Especial. 

Además participan los tres subsecretarios que según el portal del gobierno de Veracruz están en activo: la de Educación Básica, Xóchitl A. Osorio Martínez; la de Educación Media Superior y Superior, Denisse Uscanga Méndez, y el de Desarrollo Educativo, Nemesio Domínguez Domínguez (coordinador de todo el distrito), y se encuentra también el coordinador de Delegaciones Regionales, Carlos Rodríguez Velasco. 

En el apartado de Estrategia de Movilización Electoral del documento se señala que ésta “permite optimizar los recursos humanos en campaña al asignar funciones específicas a los integrantes de los equipos de trabajo, bajo un esquema sencillo y con resultados a corto plazo, cuyo proceso de operación es controlable y de resultados medibles”. 

Otro ejemplo del operativo veracruzano es el que dio a conocer López Obrador; por sus características y el número de votos a obtener (6 mil 600) a favor de Peña Nieto, se refiere sólo a la localidad de Pacho Viejo, Coatepec. 

El documento Todos con Coatepec y la Región, que tiene la misma estrategia de Sumamos 10, va dirigido a la asociación civil del mismo nombre. Los tres coordinadores del programa son Raúl Martínez Martínez, Raúl García Ronzón y Adelina Ronzón Costeño. Ésta fue encargada de la Junta de Mejoras de Pacho Viejo entre 2008 y 2010. 

Todos con Coatepec… da cuenta del desarrollo de ocho reuniones en diversas cabeceras municipales donde se congregaron 381 coordinadores estatales del programa. Los encuentros se dieron entre el 22 y el 25 de mayo y uno de ellos fue en la casa de la maestra Carmen Castelán Ramírez, coordinadora regional del Servicio Nacional del Empleo; otra fue en el rancho de Tantoyuca del diputado federal Genaro Mejía de la Merced.

A esos encuentros, según el mismo documento, asistieron los representantes regionales y distritales de Peña Nieto, los candidatos al Senado y los coordinadores de los candidatos a diputados federales. 

Y como una muestra más de la injerencia del gobierno estatal y sus funcionarios, se describe la participación de los representantes distritales de la Secretaría de Salud, del SNTE, del sindicato magisterial local, de los Tecnológicos y los de la Fundación AyuDarte (creada para la campaña de Javier Duarte). 

La fortaleza de la estrategia de compra de votos, según el documento, es que los promotores no forman parte de la estructura del PRI sino de una agrupación civil. “Tienen experiencia en campañas electorales, en promoción y movilización y tienen instalaciones para un centro de operación”. 

Piden además “materiales” para llevar a cabo el convencimiento, como las “unidades de propaganda de Peña Nieto: trípticos, lapiceras, sombrillas, libretas, destapadores, relojes, termos, etcétera. Estímulos en especie para promotores, como son despensas, láminas, cemento, relojes, etcétera”. 

Además se incluyen 360 mil pesos como estímulo económico a los promotores, así como otros 65 mil 500 pesos para la compra de sólo 50 desayunos el día de la elección y otros 18 mil pesos para gasolina, pago a jóvenes, teléfonos y capturistas de los datos de las credenciales de elector que se piden. 

La bodega 

Para que no quede duda de la estrategia de compra de votos en toda la República, el modelo de Veracruz replicado en el resto del país fue revelado el pasado lunes 18 cuando un usuario identificado con el mote de Vigilante Nocturno subió a la página de internet de YouTube un video del interior de una bodega de la Secretaría de Educación del estado donde se ven miles de despensas, paraguas, termos, bolsas, colchas, láminas, llantas, botas e impermeables, entre otras cosas. 

Cada uno de los enseres, artículos y despensas llevan el sello de propaganda de los candidatos a diputados federales, como Verónica Carreón por el VII Distrito federal o Francisco Cessa candidato al Distrito XVI o del candidato al Senado José Yunes; en la parte baja de la propaganda, la leyenda “México necesita un nuevo rumbo, Peña Nieto”.

Además se escucha la voz de quien está grabando: “Mire nada más el cinismo para comprar los votos de los veracruzanos más necesitados… no se me hace correcto que el gobierno esté haciendo esto y lucrar con la necesidad de la gente, y cada elección es lo mismo, el PRI se vale de eso para comprar a la gente”. 

Un día después de que el video circulara en internet, Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador de la campaña de Peña Nieto, negó que la bodega fuera de la Secretaría de Educación de Veracruz; igualmente la Contraloría estatal inició un recorrido por las bodegas de aquella dependencia junto con su titular, Adolfo Mota Hernández (el jefe de todos los promotores que aparecen en Sumamos 10), para después desmentir los señalamientos.

Sin embargo el viernes 22 el diario electrónico Imagen del Golfo reveló la ubicación de la bodega en la colonia Revolución, calle Antonio Torre número 20, en Xalapa. Además está la denuncia de los vecinos de que “el sábado a las 23:00 horas llegaron varias patrullas de Seguridad Pública, rodearon el lugar y minutos después desfilaron 40 tráileres en los que sacaron todo el material ahí almacenado y que apareció en el video. Esto concluyó a las 2:00 de la mañana del siguiente día”.

*Tomado de la revista Proceso.

sábado, junio 23, 2012

Oponerse al PRI puede significar la muerte*



Tomados de La Jornada, Helguera y El Fisgón.



Juan Pablo Proal


No hay cosa tan cruel como el miedo, cuando tiene el miedo las armas en la mano: 

Rafael Barreto.


“Fíjate con quien te metes si no quieres terminar así, perro pendejo”. Clemente Castañeda, coordinador de campaña de Ismael del Toro, candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Tlajomulco de Zúñiga, encontró este mensaje afuera de su casa, al lado de una cabeza de perro. 

En este proceso electoral, oponerse al PRI conlleva riesgos: 

Simpatizantes de candidato del PRI asesinan a panista en Chiapas: Proceso, 11 de junio.  

Porros de Peña Nieto amenazan, roban y agreden al #YoSoy132 en Coatzacoalcos: Diario Presencia, 17 de junio.  

Asesinan a líder de Morena en Michoacán: Proceso, 17 de mayo.  

Hidalgo: amenazan de muerte a candidato de PRD-PT-MC: La Jornada, 26 de mayo.  

Amenazan de muerte al candidato del PSD: El Sol de Morelos, 15 de junio.  

Asesinan en San Luis Potosí a aspirante del PRD: Excélsior, 11 de marzo.  

Autoridades de Tlalnepantla detienen y golpean a integrantes de #YoSoy132: Proceso, 15 de junio.  

Amenazan de muerte a la periodista Katia D’Artigues por criticar a Peña Nieto: Emeequis, 9 de junio.

Los presentadores de noticias afines al PRI dedican gran parte de sus programas a advertir de la hipotética amenaza de un estallido de violencia en caso de que Andrés Manuel López Obrador no reconociera su eventual derrota ante Peña Nieto el próximo primero de julio, pero rara vez los escuchamos hablar de esta estrategia de intimidación contra los opositores al Revolucionario Institucional. 

En este proceso electoral nos hemos enterado con frecuencia, sobretodo en provincia, de un candidato asesinado, principalmente del PAN o del Movimiento Progresista. En la mayoría de las notas se menciona como sospechoso a algún militante activo del PRI. Se ha vuelto cotidiano leer sobre aspirantes amenazados, golpeados o que súbitamente suspenden sus giras proselitistas ante intimidaciones. 

Los integrantes del movimiento estudiantil #Yosoy132, declarado abiertamente opuesto a Peña Nieto, han sido perseguidos y calumniados como si fuesen los peores traidores de la patria. Paradójicamente, este grupo nació como una protesta ante las acusaciones del presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, quien los tildó de “porros” y pidió un castigo en su contra por protestar contra el candidato presidencial del tricolor. 

Los jóvenes del #132 han recibido llamadas telefónicas a su casa, con voces cobardes que les recuerdan los datos personales de sus familiares. Los militantes de este movimiento en el extranjero fueron amenazados con que la Secretaría de Relaciones Exteriores no les renovaría su pasaporte en caso de continuar sus críticas a Peña Nieto. Los han detenido y golpeado. Los han acusado de ser financiados por el PRD y les han robado sus datos personales. 

Jóvenes de #YoSoy132 denuncian amenazas ante Derechos Humanos: CNN, 12 de junio.  

Partido Verde amenaza de muerte a jóvenes que asistan a marchas anti-Peña: Revista Emet, 8 de junio.  

Amenazan con ‘tronar’a alumnos antipeñistas en el Tec de Acuña: Vanguardia, 10 de junio. 

Amenazan de muerte a estudiantes que integran marchas a favor de #Yosoy132 de Zacatecas: Notientelevisión, 5 de junio.  

Con un alud de grosera mercadotecnia, el PRI ha pretendido imponer la idea al electorado de que ya cambió, que “es nuevo”. Una “nueva generación de priistas”, la llamó el expresidente Vicente Fox en su afán de convencernos de votar por Peña Nieto. Nada más alejado de la realidad. De acuerdo con un reporte de la organización Artículo 19, en los estados gobernados por el PRI han sido asesinados 51 periodistas, el equivalente del 70 por ciento de homicidios contra reporteros.

Ningún nuevo PRI. Es el mismo que mató a mansalva a estudiantes en 1968 y 1971 por oponerse a su régimen; el mismo que desapareció militantes de izquierda y derecha durante su periodo al frente del país; el mismo acusado por el PRD de asesinar a 500 de sus simpatizantes en 1988; el mismo que dejó la sospecha colectiva de acabar con su candidato presidencial en 1994; el mismo que ahora tiene como operador de sus redes sociales a Enrique Aquino, un mercenario cazador de opositores.

Si el Revolucionario Institucional se comporta así en tiempo electoral, cuando los candidatos muestran su cara más amable, no quiero pensar qué ocurrirá si ganan los próximos comicios. Aún tenemos el primero de julio para evitarlo.



Twitter: @juanpabloproal

*Tomado de la revista Proceso.